martes, julio 10, 2007

Reentré

Niños y niñas!
He regresado desde mi cautiverio semivoluntario en unos parajes lejanos, conocidos por sus acantilados escarpados desde los que los guapos chamacos se pavonean ante las chavas que admiramos entre arrobadas y atemorizadas las caídas en picado de estos insensatos, ay!

Allí fui tratada como una diosa azteca: presentes, lisonjas y parabienes me eran ofrecidos continuamente por la muchedumbre de güeys que ante mí se congregaban, embelesados, noche tras noche para rondar mi florido balcón.

Ahora he regresado a la vieja Europa como una viuda negra; desconsolada por el mamporro que mi chulazo se metió contra los pedruscos por lucirse el muy pendejo yendo de tequila hasta arriba. Por aquella fatídica noche, sola y desamparada. Negra y enlutada. Oh!

Pero como no todo es pena en esta vida, mi alivio de luto llegó este Sábado con el homenaje con el que fui agasajada en casa de Gunillo, en el que conocí en persona a Marsónico, y me reencontré con Miss Ketchup y con todos los que por allí hacían acto de presencia en tan populosa fiesta.



De paso me pongo en grande con un zoom para que me véais lo guapa que he vuelto: nueva melena, blanqueamiento dental y un brillo en los ojos por el duro shock que he vivido, pero que me favorece una barbaridad!

A pesar de la pena, la vida me sonríe de nuevo en colores rosa chicle.